Aimara Rico es una diseñadora de moda con más de 20 años de graduada, comenzó trabajando desde su casa en la confección de vestidos y otras prendas, sobre todo ropa de dama, luego de un tiempo poco más de 10 años se le presentó la oportunidad de trabajar en una empresa extrajera aquí en Venezuela, donde se hacían arreglos y transformaciones de ropa, venía a comercializar lo que normalmente hacia la costurera en su casa pero ya de una manera más formal, confiesa que le llamo la atención y decidió probar.
Comenzó a trabajar en una de sus tiendas en Caracas “me gusto el trabajo muchísimo, yo atendía al cliente, hacia la factura, le marcaba la ropa si tenía que marcarle un ruedo, un ajuste de cintura, luego de que el cliente se iba yo descocía la ropa marcaba la ropa y hacia todo lo necesario para entregárselo a la costurera y que ella hiciera su parte”.
Estuve 2 años trabajando con ellos y eso amplio mi panorama, “es extraño comentar que una diseñadora de ropa este trabajando en arreglos y transformaciones de ropa es bien extraño, pero se ha deprimido un poco con el tiempo el mercado de la confección a la medida esa es una realidad”.
Aimara notaba que la gente mandaba a arreglar la ropa más que mandar a confeccionar “porque hay una idea de que confeccionar es más económico que comprar hecho y no es así”, en ese momento nuestra emprendedora dijo “esto que estoy haciendo yo en esta tienda lo puedo hacer yo personalmente y de ahí surgió un deseo en mi corazón de independizarme”.
A partir de ese momento comenzó la aventura, trabajando duro, superando obstáculos y como todo emprendimiento aprendiendo de los errores. Durante este trayecto siempre se mantuvo trabajando desde su casa y al mismo tiempo tenía otros trabajos como gerente de tienda, por ejemplo, de los cuales afirma aprendió mucho pero eran muy forzados, pero sin embargo "había algo dentro de mí, mi habilidad, lo que estudie, lo que me gusta hacer” y aún no lo había logrado.
También estuvo trabajando un tiempo a domicilio pero “mis clientes quedaban satisfechos pero yo quedaba muy exhausta, fue un buen tiempo donde aprendí mucho sobre el trato con el cliente”.
El mayor reto
El reto que esta emprendedora afrontaba era el de salir de su casa “mudar mi taller de costura a un lugar para eso, muchas veces mezclaba mi casa con mi trabajo, es difícil mantener una disciplina donde digas comienzo a trabajar a las 8:00 am y termino a las 5:00 pm es difícil, pero gracias a la ayuda de Dios” hace 3 años se le presentó la oportunidad de sacar de su casa su taller y trasladarlo a un local comercial.
“Cuando inicias alguna idea siempre lo imaginas de una manera pero en la realidad pasa todo lo contrario”
Nuestra emprendedora quería tener un lugar donde vinieran los clientes, mandaran a arreglar su ropa, se tomaran un cafecito se comieran una galletica, pero no hacer una división sino que todo estuviera en un solo ambiente, que los clientes formaran parte de su trabajo, “yo tenía ese concepto”. Incluso en un principio fue así, pero con la práctica se fue dando cuenta que no era posible hacerlo, porque los clientes dejaban las tazas en las máquinas de coser donde estaban las prendas de vestir y además la distraían con la conversación, esto provocaba que al final del día el rendimiento fuera bajo en cuanto a las piezas que tenía que arreglar y sacar por día, por lo cual tuvo que dividir el ambiente.
Para Aimara lo más importante son sus clientes por lo tanto adapto su idea inicial, creo un lugar donde sus clientes se sintieran cómodos pero en un espacio separado del taller de costura, sin restarle importancia al cliente, prestándole siempre un buen servicio “me gusta que el cliente se sienta atendido y bien recibido, no tiene nada que ver con el tipo de cliente, no tiene nada que ver con lo que mande a arreglar es simplemente un servicio que queremos darle a nuestros clientes”.
El temor a emprender
Todo emprendedor cuando decide dar el primer paso se llena de dudas y temores “hay temor en la perdurabilidad de un negocio, yo creo que todo comerciante tiene esa inquietud pero cuando recibo los trabajos me doy cuenta de que realmente si puedo perdurar, yo debo mencionar que dios es mi ayudador y la fuerza la recibo de él, uno tiene que hacer un esfuerzo nada te va a caer del cielo y hasta ser valiente, en estos tiempos hay que ser valiente y decir si podemos”.
“Yo me siento bendecida, no soy millonaria pero yo me siento bendecida porque mi trabajo ha agradado a mis clientes y eso es una satisfacción, eso supera cualquier medida económica”.
Con entusiasmo Aimara nos comenta “estoy aquí ejerciendo mi profesión, lo que me gusta hacer y ha sido bien interesante, quiero recalcar que aunque ofrezco el servicio de confección de diseño de prendas nuevas, ha sido mayor los clientes que vienen por arreglo”.
Aimara utiliza su creatividad de diseñadora para darle un toque diferente a cada prenda que arregla “un pantalón nace como pantalón pero puede terminar como falda, colocar un parche y que ese parche no sea colocado de una manera necesaria y ya, es buscarle la parte externa al parche si le puedo hacer un detalle, si le puedo colocar una costura, si le puedo hacer algo con un trocito de cuero, si es de dama un pedacito de encaje, ya es una dedicación, es más artesanal, me gusta mi trabajo es el detalle que dice bueno eso fue realizado en Mi Taller de Costura”.
Aquí ofrecen todos los servicios de arreglos, transformación, renovación y reciclaje de prendas de vestir, “el cliente muchas veces trae ya su idea y entonces aquí la desarrollamos y colocamos nuestro sello”.
Pueden seguirla en Instagram como @mitallerdecostura y ver las creativas transformaciones que realizan y también las hermosas confecciones de prendas nuevas.
Teléfono: 0414-380.66.84
Email: mitallerdecostura@hotmail.com
email: miraquealtos@gmail.com
Entrevista hecha por: Elines Uzcátegui
Ig y Tw: @eliuzk
email: miraquealtos@gmail.com
Publicar un comentario